Nuestro carisma

«Para nosotros Hermanos de Jesús Misericordioso, la confianza, la humildad y la misericordia vividas en total abandono a la voluntad de Dios constituyen los aspectos inseparables del único carisma que el Espíritu Santo quiso darnos para conocer, vivir y proclamar el atributo más grande. de Dios su misericordia «(Santas Constituciones 1.15). La divina misericordia, por lo tanto, debe ser conocida y luego ejercitada.

Conocer la Divina Misericordia.

Cada Hermano de Jesús Misericordioso, cuando experimenta misericordia, crece en conciencia de la grandeza de la bondad de Dios y de la pequeñez de su propia existencia. El conocimiento de la Misericordia antes de ser una acción puramente intelectual es un tipo de conocimiento experiencial-existencial. Las virtudes fundamentales para experimentar la misericordia son la humildad y la confianza; de hecho, la conciencia de la propia miseria y la de los demás, junto con la confianza en el amor de Dios, permite que el hermano experimente cada vez más la infinita misericordia de Dios. La vida fraterna ocupa un lugar privilegiado en la comunidad. Crecer en el amor fraternal, soportar con humildad la propia miseria y la de los demás por el amor de Dios y su Iglesia. Así, cada día el Señor ofrece infinitas posibilidades a la comunidad para crecer en el conocimiento de su amor. Los Hermanos sienten fuertemente el deseo de experimentar este amor para vivir como reconciliados y reconciliar a otros.

Ejercitar la Divina Misericordia

Aquellos que experimentan este amor de Dios sienten la fuerte necesidad de comunicar este tesoro a los demás. Así, el Hermano de Jesús misericordioso golpea el corazón de otros insistentemente porque descubren este tesoro. «Hay tres áreas en las que concentramos el ejercicio de la misericordia: orar, proclamar y practicar la misericordia para todos los hombres que necesitan el amor de Dios» (Constituciones 1.9 de Sante). Las tres áreas de la misericordia se refieren a la oración, el lenguaje y Las obras (Diario, 163).
1-El compromiso de ejercer la misericordia siempre comienza con la oración. De hecho, el Hermano de Jesús misericordioso debe orar siempre y en todas partes para que todos conozcan y experimenten la Divina Misericordia.
2-Más allá de esto, la misión de los hermanos abarca la predicación de la Divina Misericordia, ofreciendo momentos de catequesis de dirección espiritual y otros servicios diferentes como retiros, talleres, conferencias que pueden convertirse en momentos válidos para que Él sea conocido.
3- La práctica de la misericordia es válida en todas las áreas y abarca todas las obras de la misericordia. Hay una gran realidad donde uno puede participar en el campo pastoral. Donde hay miseria, habrá un Hermano de Jesús Misericordioso, pero particularmente donde hay miserias morales y almas desesperadas para que con la gracia del Señor crezcan en la confianza infinita en Dios. En la práctica de una misericordia muy importante es el campo sacramental, específicamente El del sacramento de la reconciliación y de la unción de los enfermos. Otro compromiso particular, en el proyecto de los Hermanos, es orar y cuidar a los niños, especialmente a aquellos en peligro humano-moral y espiritual.